“Siete vidas, este gato es un peligro” es una nueva comedia de nacionalidad francesa, interesante para pasar los coletazos del final de verano en familia, pues su estreno en España será el próximo viernes 2 de Septiembre.
Una película que nos recuerda a muchas otras comedias, donde es previsible desde el inicio hasta el final, aunque en esta ocasión nos quedamos con las peripecias del gato, pues el resto de la trama son tópicos típicos de un enredo ya conocido.
Tom Brand (Kevin Spacey) es un alto ejecutivo sin escrúpulos cuyo Ego está tan elevado como el último rascacielos que ha creado, vanagloriándose de que es el más alto hasta la fecha. Le gusta vivir al límite en todos los sentidos, pero vivirlos él, pues a la familia la tiene totalmente desatendida. Su hija pequeña durante años le ha pedido un gato como regalo de cumpleaños y ese año decide comprárselo. El GPS le lleva hasta un callejón donde hay una tienda muy peculiar regentada por Grant (Christopher Walken) De camino a casa, sufre un accidente y queda en coma… Pero, su espíritu, su ser, su alma, como lo queramos llamar, queda atrapado en el cuerpo del gato y en ese momento, es donde comienza la aventura.
Una aventura que a muchos ya os habrá sonado a otras películas y es que transmigración de almas ya se han visto en la gran pantalla en incontables ocasiones. Películas como “Este cuerpo no es el mío” (Una adolescente despierta un día en el cuerpo de un hombre) “Big” (Pasar de niño a adulto) o “El cambiazo” (El cambio de un hombre de familia y abogado, por un vividor) son algunos ejemplos.
La mecánica es la misma, conocer aspectos de su vida o de las otras personas, a quienes no han dado importancia. Es el caso de Tom Brand que a través del felino va a ir descubriendo aspectos que su estatus social y su ego, no le han dejado ver.
La dirección, interpretaciones y aspectos técnicos; correctos, pero sin más. Es un filme para pasar el rato en familia soltando alguna carcajada y que logra entretener. Pero no busquéis artificios donde no hay mecha.
